La drástica represión, también conocida como la campaña “Golpe Duro” es una campaña guiado por el régimen chino contra los Uigures. En el último año esta campaña ha ido gradualmente llamando la atención de muchos, aunque la opresión siempre ha sido implacable. Aproximadamente un millón de Uigures (uno en cada diez en el mundo) están encarcelados en supuestos campamentos de “reeducación” sin cargo ninguno. En estos campamentos horribles Uigures, como otros musulmanes de habla turca (ej. Kazakhs), están obligados a olvidar su identidad y renunciar al Islam. Miles de niños y niñas que tenían padres trasladados a campamentos, han sido enviados a orfanatos. El régimen chino también ha estado usando Big Data y tecnología avanzada (ej. Reconocimiento facial y de voz, códigos QR) para supervisar a los Uigures y conseguir datos biológicos como: DNA, muestras de sangre y escaneos de iris. El personal del gobierno también han estado ocupados con su asignación de irse a vivir con familias Uigur sin su consentimiento. El movimiento de libertad de los Uigures es severamente restringida. Un ejemplo podría ser el tratamiento de esos que ni viven en China. Uigures que viven en otra parte fuera del territorio Chino han sido mandados a volver- mientras esos de los que han vuelto están siendo reportados como “desaparecidos”. Uigures que han ido a países como Turquía y los Estados Unidos también están dispuestos a ser encarcelados. Llevando un velo, creciendo barba, rezando, entre otras cosas, son vistos como rasgos de un criminal por autoridades chinas. En adición de esto, el lenguaje uigur tampoco es parte de la enseñanza en los colegios, en vez de esto, todas las asignaturas se enseñan en mandarín- algo que acelera el proceso de asimilación.
